sábado, 25 de marzo de 2023

Edadismo político

 Un curioso ejercicio del Pew Research Center con datos de otras fuentes. Se trata de la edad de los gobernantes mundiales. Copio y pego dos de los gráficos que me resultan significativos (aunque, desde un punto de vista feminista, el gráfico sobre la edad de las pocas gobernantes mundiales también resulta sugestivo).

Primero, la edad de tales gobernantes, con una mediana de 62 y quiénes ocupan el puesto de más joven y más viejo. Las edades de los implicados en la situación de Ucrania (Zalensky, Putin, Xi y Biden) no dejan de ser sugestivas.

Cruzando estos datos con el nivel de democracia del país en que gobiernan, este es el gráfico igualmente sugestivo.
La mediana de la edad de los gobernantes aumenta a medida que que el país es menos libre según la fuente que usa el PRC y, también, que los gobernantes graficados son más frecuentes en contextos más libres. Pero también que la edad mínima de cada uno de los tres grupos sea tan parecida (37-39 años), mientras que la edad máxima crezca a medida que pasamos de países clasificados como libres a los no-libres (de 81 a 90 años).
(Nota: hubiera preferido otra forma de hacer el gráfico. Se vería la curva de los libres, bien diferente de los otros dos grupos. Pero eso, como dicen en una radio española, "¿a quién le importa?".)

viernes, 24 de marzo de 2023

Las verdades del porquero

 Tomen nota:

Se trata de una caricatura rusa en un periódico chino. Se refiere al envío inglés de material militar "sucio" a Ucrania. No creo que haya muchas referencias en los medios "occidentales". Pero no es eso lo que quiero comentar.

En asuntos polarizados (nosotros contra ellos, teniendo nosotros toda la razón y siendo ellos unos tales y unos cuales) es fácil darle la razón a Agamenón contra su porquero o viceversa. Pero eso no significa que se conozca la verdad (esa que es verdad, lo diga Agamenón o su porquero).

No hay que irse tan lejos. Echo un vistazo todos los días a Mientras dormías  de EL ESPAÑOL y al eldiario.es (no confundir con esdiario, cuyo enlace no encuentro). No sólo hay temas que aparecen en uno y no en otro, sino que algunos que aparecen en ambos, lo hacen con versiones contrapuestas (en los matices, si se quiere). Me excuso de no presentar los ejemplos de hoy.

En tiempos soviéticos, cuando los periódicos principales eran Pravda (Verdad) e Izvestia (Noticias) se decía que no había pravda en Izvestia, ni izvestia en Pravda. Y eran de la misma cuerda.

¿A dónde quiero llegar? Pues, antes que nada, no pretendo llegar a la certeza (no digamos a la verdad) como un porquero cualquiera (los agamenones son otros, obviamente). Lo que quiero es vacunarme contra la polarización, esa pandemia.

Conozco los deseos de dejar manco a quien trata las cosas con un "on the one hand, on the othre hand" y se queda ahí. Pero sí pretendo reducir la pasión que provocan las versiones dicotómicas enfrentadas. Claro que coincido más con unos que con otros. Pero escucho a aquellos con los que no coincido, no para entusiasmarme con un "aux armes, citoyens"  que reduce la verdad tanto del porquero como de Agamenón. Pero, "qué es la verdad", como decía el escéptico Pilatos ante quien se declaraba ser la Verdad.

Eso por lo que se refiere al conocimiento. Si de lo que se trata es de la acción, es obvio que es muy difícil, si no imposible (aunque a veces en política se pretenda), hacer una cosa y su contraria al mismo tiempo. No se puede exigir pasaporte español en el aeropuerto de Gibraltar (inglés)  y no exigirlo. El pensamiento puede ser sí y sí, pero la acción tiene que ser sí o no. No extrañe que la decisión sobre el "qué hacer" vaya delante del pensamiento que puede ser útil para legitimarla o deslegitimarla. De ahí el legítimo "¿quien tiene razón?". 

Lo siento mucho: la vida es así; no la he inventado yo. Es una vieja canción italiana que no resuelve mucho. Tampoco sirven de mucho las redes, llenas de ingenio, ironía, sarcasmo, adulación, oportunismo, recaudación, aciertos, errores. "fakes" y demás cosas que veo no directamente, sino en las citas que hacen periódicos y páginas a las entradas más brillantes o chocantes o exageradas.

jueves, 23 de marzo de 2023

Si tuviera ganas

 Tendría que hacerlo si supiera que iba a sacar algo en claro, pero lo dejo como una posible comparación del análisis de contenido de la declaración conjunta ruso-china, en castellano, pero trasmitidas en su totalidad por RT y resumidas en Diario del Pueblo. Siempre es bueno leer más de una fuente y no dejarse llevar por las del propio país o el propio mundo.

Un mundo multi-polar, dicen. Pero con incógnitas como Taiwán, los gasoductos del Nord Stream, la guerra en Ucrania, el armamentismo y las alianzas de los demás (como ANKUS, sin ir más lejos, y la OTAN, claro).

Espero que la visita del presidente español a Pekín produzca algo legible.

miércoles, 22 de marzo de 2023

Negacionistas y gorrones

 Negacionistas los hay de muchos asuntos. Están, por ejemplo, los terraplanistas que niegan que la Tierra sea redonda y hasta ha habido quien ha perdido la vida intentando demostrar empíricamente su creencia. Están los especializados en la tema del Covid y sus posibles vacunas. Ahí, la evidencia, en uno u otro sentido, es algo más complicada al entrar intereses farmacéuticos reales y la política, real o imaginada. De todos modos, hay para todos los gustos. También hay creacionistas, que niegan todas esas teorías sobre el origen "natural" del Universo y, en particular, de la especie humana. Ciencia y religión. Nada de Big Bang y evolución de las especies: fueron actos creativos de la Divinidad. Supongo que ya no quedan muchos que nieguen cualquier teoría que excluya a la Tierra de ser el centro inmóvil del Universo y nieguen el heliocentrismo (pobre Galileo y su eppur si muove)

Ahora, con la publicación del enésimo informe del IPCC han vuelto a aparecer y han merecido un editorial de The Guardian. Interesante. Lo que dicen (y ya dijo Gutérres en la ONU) es que el tiempo se nos echa encima, que es hora de actuar ya, si no queremos que la catástrofe sea inevitable y relativamente cercana retroalimentándose en el tiempo (digamos que no solamente para la edad adulta de mis nietas, sino antes). Hay partidos políticos serios e intelectuales de reconocido prestigio que niegan la mayor: no hay tal crisis climática y, como todos los anteriores, aducen estudios de igualmente reputados científicos en ese sentido. O se aferran a su fe y punto. O creen que "el partido nunca se equivoca".

Hay un tipo de negacionista, en este asunto, particularmente interesante. Es inútil hablar con ellos de esperanza matemática que se obtiene al multiplicar la probabilidad de un hecho por el daño o beneficio que produciría. La probabilidad de que me toque la lotería es tan baja que nunca la he comprado, pero mucha gente la compra porque la baja probabilidad se ve compensada con el premio posible aunque improbable. Aquí se podría decir algo parecido: incluso con una probabilidad baja de catástrofe climática que acabara con la vida humana en el Planeta, el mal sería tan enorme que vale la pena plantearse el pasar a la acción en serio, aunque solo haya indicios (que haberlos haylos).

Pero hay más: los plazos. Normalmente, la política es cortoplacista (y el que venga detrás, que arree) y cargada de retórica electoral. Así que los gobiernos firman brillantes acuerdos internacionales para enfrentarse a tal eventualidad, pero, como las acciones no serían del agrado de sus electores, se dejan para más adelante y, de nuevo, el que venga detrás, que arree. Suficientemente ocupados en el día a día de la política local (all politics is local, excepto para los que tienen ambiciones hegemónicas), se ocupan del ahora y dejan el después para después. Es suficiente comparar, como se ha hecho, lo firmado con lo llevado a cabo para darse cuenta que lo firmado tuvo, por lo menos, "algo" de retórica. Si hace falta carbón, pues se siente por el CO2.

Pero hay más: los intereses. He comentado varias veces la documentación probatoria del cambio climático que se encontraba en manos de empresa petrolera que la ocultó sistemáticamente para poder seguir con sus prácticas en pos del motor del sistema económico mundial: el beneficio inmediato (y après moi le déluge, incluso con faltas de ortografía). Casos ha habido. Como los bancos invirtiendo donde haya beneficio, como toca.

Y acabemos: los gorrones. Los que creen que si esas prácticas las aplican otros, pues que ellos pueden prescindir y conseguir los beneficios políticos o económicos inmediatos. Claro que hay que introducir nuevos medios de producir electricidad, pero que sean en el pueblo de al lado.  Claro que hay que reducir las emisiones, pero que sean en la ciudad de al lado. Claro que hay que aplicar las políticas de supervivencia de la especie, pero que lo haga el país de al lado. El que no lo hace, gana a corto plazo. Y el largo plazo, vaya usted a saber cuándo llega. Los del IPCC dicen que pronto, pero seguirles es luchar contra fuerzas mucho más potentes que el instinto de supervivencia colectiva... que no existe. Ese instinto no es de la especie, sino del individuo, localidad, país. Para actuar así no hace falta ser negacionista. Se puede ser hasta ferviente seguidor del ecologismo... a su tiempo y forma. 

Siempre queda espacio para la fe ciega, para "el partido nunca se equivoca" y para la acumulación incesante de capital. Y para "si lo pueden hacer otros ¿por qué voy a tener que hacerlo yo"?

martes, 21 de marzo de 2023

Dos momentos

 Así fue el 1º de mayo de 2003

Así podría ser lo sucedido el 18 de marzo de 2023
Nota: no se deje llevar por las diferencias: piense en las similitudes. Eso sí, pueden servir como prácticas de psicólogo con un Thematic Apperception Test y sus preguntas
  • ¿Qué pasó para que se presentara la situación?
  • ¿Qué está pasando en el momento?
  • ¿Qué sienten y piensan los protagonistas?
  • ¿Cuál fue el resultado de la historia?
 Lo común es el cartel: "Misión cumplida". 
Pistas para las respuestas: Los costes de la primera aventura se conocen más o menos. De la segunda, está por ver. Las mentiras de la primera se conocen más o menos. De la segunda, están por llegar. Además, no es lo mismo lejano que fronterizo. Ni es lo mismo crimen que acusación.
(Añadido el 23: Más de lo mismo en El País, muy parecido.

lunes, 20 de marzo de 2023

Puertas giratorias

 Entre grandes empresas y gobernantes suele haber un trasiego: presidentes de gobierno que pasan a consejeros de empresas, ministros que pasan a una "vida mejor" sabiendo de sus habilidades o pagando sus servicios a la empresa desde el gobierno. Quien más quien menos ha leído sobre esos numerosos casos que casi son norma en el Japón y tienen nombre: amakudari, caído del cielo.

Aprovechando el vigésimo aniversario de aquella guerra de Irak que causó tanta muerte, no encontró armas de destrucción masiva y no consiguió un cambio apropiado de gobierno que sustituyera al ejecutado Saddam Hussein, se han publicado algunos reportajes sobre qué fue de los que tuvieron relación directa con aquella decisión, dónde fueron a pasar una vez se les terminó el cargo (que no la guerra). Sobre el "trío (+Barroso) de las Azores") no he visto mucho, excepto a Bush hijo. Pero sí esta descripción detallada de los estadounidenses que fueron los arquitectos de aquel desaguisado y cómo les funcionaron las puertas giratorias. Digno de ser leído con tranquilidad y sine ira ac studio
Hay enlaces bien significativos de lo que puede pensarse ahora de aquella aventura que provocó una de las mayores manifestaciones callejeras en contra, a escala mundial y totalmente desoídas. Son estos, publicados en Foreign Affairs

Why Iraqi Democracy Never Stood a Chance” Renad Mansour

Why the Press Failed on Iraq” John Walcott

The Middle East’s Lost Decades”  Maha Yahya

How the Iraq War Taught Me About the Limits of American Power”  Max Boot

The Right—and Wrong—Lessons of the Iraq War”  Hal Brands

Why America Remains Trapped by False Dreams of Hegemony”  Andrew J. Bacevich

En otro artículo reciente, también conmemorativo, se añaden algunas consideraciones sobre los factores que llevaron a esa guerra, factores que siguen vivos. No es por historicismo por lo que se revisa ahora aquello.

domingo, 19 de marzo de 2023

Hegemonía y mercado

 Se supone que son dos cosas diferentes. Hegemonía tiene que ver con el poder y, si es mundial, es el predominio de un determinado país o bloque en el conjunto del sistema mundial. Mercado es la regla básica de la economía: oferta y demanda reinan en la decisión de invertir para conseguir el beneficio que puede moldearse con las cuatro P del márquetin referidas al producto, al precio, a la promoción y a la plaza. La ideología añade que el mercado, para ser auténtico, debe ser libre.

Se habla ahora de una especie de nueva Guerra Fría entre dos potencias por conseguir la hegemonía mundial, los Estados Unidos y la China. Pero a diferencia de la anterior Guerra Fría (USA-URSS), aquí no se trata de armas e ideología (mercado libre vs economía estatalizada), sino de utilizar y manipular el mercado (en particular de productos centrales en la nueva economía). Una rápida lectura de este artículo del People's Dialy en castellano puede dar una idea de en qué queda el mito del mercado libre.